Voluntariado Juvenil Vicentino

El Voluntariado Juvenil Vicentino tuvo su origen en París el 29 de noviembre de 1909. Nació con el nombre de “Obra de Luisas de Marillac”, y como parte de la Cofradía de las Damas de la Caridad, hoy Asociación Internacional de Caridades (A.I.C.). De esto hay constancia en un acta en la parroquia de San Nicolás de Chardonet, firmada por Monseñor Annette, Arzobispo de Paris. En Colombia fue organizado el movimiento el 2 de enero de 1933 3n Cali, desde donde se propagó al resto del País. En 1971 tomo el nombre de Voluntariado Juvenil Vicentino “VOLJUVI” dejando de ser solo femenino. Hace parte de la familia vicentina. Sigue las orientaciones de la Iglesia Católica, es ajeno a toda actividad de carácter partidista. Acata la constitución y las leyes de la Republica y promueve obras sociales de caridad y Evangelización, desarrollo humano y servicio a la comunidad.

viernes, octubre 19

LECTIO DIVINA – DOMINGO 29º TO –Ciclo B HA VENIDO A SERVIR Y A DAR SU VIDA


Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo B”;
 obras completas de San Vicente de Paúl. 
LA PALABRA HOY: Isaías 53,10-11; Salmo 32,4-5.18-22; Hebreos 4,14-16; Marcos 10,35-45
Ambientación: Un cirio, un lavatorio y una toalla, que nos recuerda el lavatorio de los pies.
Cantos sugeridos: Un mandamiento nuevo

AMBIENTACIÓN:

Las lecturas de este domingo nos hablan de entrega y de servicio. Seguir a Jesús en su camino hacia la cruz no es fácil, pero el Maestro sigue acompañándonos e instruyéndonos, también hoy, para que podamos hacer nuestras las actitudes del discípulo. La grandeza del cristiano está en el servir y dar la vida.

1. Oración inicial

Señor Jesús,
Tú el enviado del Padre,
el que has venido a mostrarnos
el camino para llegar a Él,
Tú que eres camino, verdad y vida,
derrama tu amor en nosotros,
y ayúdanos a amar y actuar como Tú,
para que tengamos de ti,
tu ayuda y tu bendición para vivir la vida
con tus sentimientos y tus actitudes.
Derrama Señor, en nosotros
tu gracia para que profundicemos
tus actitudes y tus disposiciones,
para que podamos imitarte en todo momento.
Ven Señor, ven en nuestra ayuda
y danos tu amor y tu paz
para actuar como Tú lo hiciste
amando y sirviendo, como Tú.
Que así sea.


I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Marcos 10, 35-40


Motivación: Camino de Jerusalén, Jesús explica las exigencias del seguimiento. En la instrucción habla con claridad sobre el camino doloroso que debe recorrer el Mesías. Con todo, sus discípulos entienden de manera equivocada la misión del Maestro y continúan con sus ambiciones personales. Escuchemos.

Forma de leerlo:
  1.    Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
  2.    Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).


Preguntas para la lectura:

  •     ¿Qué piden Santiago y Juan a Jesús?
  •     ¿Cómo responde Jesús a sus peticiones? ¿Cuál es el futuro que les espera?
  •    ¿Cómo reaccionan los demás ante las pretensiones de Santiago y Juan? ¿Qué provoca esta reacción en el grupo de los Doce?
  •     Jesús presenta otros criterios para la comunidad cristiana. ¿Qué características tiene el puesto que Jesús ofrece a sus discípulos?


Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 20.20-28; Jn 18,11; Lc 12,50; 1 Tim 2,5-6


II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?


Motivación: Las palabras de Jesús sobre la entrega de la vida son el resumen de su enseñanza en el camino. Constituyen la base de todo seguimiento, porque discípulo es aquel que prolonga en su vida y en sus circunstancias el ser de Jesús. Vamos a compartir lo que nos sugiere la reflexión del texto en nuestra realidad actual.

  •   ¿Jesús tiene tanto atractivo en mi vida como para dejarlo todo en sus manos y seguir tras él?
  •    ¿Qué expresa el pedido que hacen Santiago y Juan al Señor?, ¿qué buscaban con eso?, ¿en qué circunstancias actúo de la misma manera?, ¿por qué?
  •   ¿Qué significa beber el cáliz y recibir el mismo bautismo de Jesús? ¿Estoy dispuesto a entregarme al servicio de los demás a pesar del sufrimiento?
  •    Mi actitud de servicio, ¿es algo gratuito, desinteresado, buscando siempre el bien del otro, o espero que lo que hago tenga retorno y así espero reconocimientos y agradecimientos?


Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.


III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?


Motivación: Los primeros seguidores de Jesús no fueron los únicos que comprendieron erróneamente las enseñanzas del Maestro. También hoy nos cuesta aceptar la gratuidad del Reino, rechazamos sentarnos en el trono del discipulado y buscamos el trono del Poder... Por eso hablamos con el Señor presentándole todo lo que nos ha sugerido este pasaje evangélico.

  •   Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
  •    Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.



IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?


Motivación: San Vicente, en una conferencia a los misioneros sobre los cargos y oficios, habla con radicalidad evangélica:
Sí, hermanos míos, el lugar de nuestro Señor es el último. El que desea mandar, no puede tener el espíritu de nuestro Señor; este divino Salvador no ha venido al mundo a ser servido, sino a servir a los demás; y esto lo practicó de forma maravillosa, no sólo durante el tiempo que permaneció con sus padres y con las personas a quienes servía para ganarse la vida, sino incluso, como muchos padres han señalado, durante el tiempo que los apóstoles estuvieron con él, sirviéndoles con sus propias manos, lavándoles los pies y haciéndoles descansar de sus fatigas.
Finalmente, reprendió a sus apóstoles, que disputaban entre sí sobre cuál era el mayor, diciéndoles: "Miren; es menester que el que quiera ser el primero, se haga el último y el servidor de todos los demás". Fíjense, hermanos míos, es ese maldito espíritu de orgullo el que posee a los que desean ser elevados y llevar la dirección de los demás. Yo no sería capaz de expresar mejor ese deplorable estado más que diciendo que esas personas tienen al diablo en su cuerpo; porque el diablo es el padre del orgullo, del cual están ellos poseídos. Dios mío, cuando un espíritu perverso ha llegado a ese estado, ¡qué desgraciado es y cuán digno de compasión!...    (XI,59)


Compromiso: En mi familia, grupo, comunidad, cultivaré la actitud de servicio desinteresado y de entrega a los demás.


Oración final


Señor ayúdanos a vivir tus enseñanzas
con la alegría de saber que ellas nos identifican contigo,
que por ellas actualizamos tu manera de ser
y así estamos realizando el proyecto del Padre.
Llena nuestro corazón de alegría,
al servir desinteresadamente, a ser gratuitos en el bien que hacemos,
al mirar la otro con tus ojos y al amar a tu estilo y a tu manera,
buscando solo el bien de los demás.
Danos la capacidad de amar y servir
como lo hiciste Tú. Que así sea.




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