Voluntariado Juvenil Vicentino

El Voluntariado Juvenil Vicentino tuvo su origen en París el 29 de noviembre de 1909. Nació con el nombre de “Obra de Luisas de Marillac”, y como parte de la Cofradía de las Damas de la Caridad, hoy Asociación Internacional de Caridades (A.I.C.). De esto hay constancia en un acta en la parroquia de San Nicolás de Chardonet, firmada por Monseñor Annette, Arzobispo de Paris. En Colombia fue organizado el movimiento el 2 de enero de 1933 3n Cali, desde donde se propagó al resto del País. En 1971 tomo el nombre de Voluntariado Juvenil Vicentino “VOLJUVI” dejando de ser solo femenino. Hace parte de la familia vicentina. Sigue las orientaciones de la Iglesia Católica, es ajeno a toda actividad de carácter partidista. Acata la constitución y las leyes de la Republica y promueve obras sociales de caridad y Evangelización, desarrollo humano y servicio a la comunidad.

domingo, noviembre 13

Lectio Divina –DOMINGO 33º TO. - “A”

ENTRA EN EL GOZO DE TU SEÑOR
Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo A”; obras completas de San Vicente de Paúl.; “Claves para Lectio Divina para jóvenes” www.cmperu.com.pe

LA PALABRA HOY: Proverbios 31,10-13.19-20.30-31; Salmo 127; 1 Tesalonicenses 5,1-6; Mateo 25,14-30
Ambientación: Un cofre (caja) vacío y otro con monedas, al lado una vela encendida. Frase: Entra en el gozo de tu Señor.
Cantos sugeridos: Háblame, Id y enseñad

AMBIENTACIÓN:
Todo discípulo vive en actitud vigilante. La parábola de los talentos nos recuerda que esa vigilancia consiste en dar frutos según los dones que cada uno ha recibido mientras espera el retorno de Cristo. Aprovechemos el tiempo presente mientras esperamos sin miedo el juicio futuro.

1. Oración inicial

Señor de Misericordia, tú conoces nuestra vida
y sabes muy bien lo que has puesto en ella.
Nos regalaste muchos dones y talentos,
que no sabemos hacer fructificar
porque es más cómodo quedarnos como estamos.
Hemos recibido nuestras familias,
Nuestros amigos, nuestra comunidad cristiana,
donde nuestros talentos deben producir frutos en la relación cotidiana, movida y alimentada por el amor mutuo.
Por todo esto, ayúdanos, Señor,
a vivir de acuerdo a tu santa voluntad,
y a buscar siempre producir los frutos
que Tú esperas que demos como buenos
servidores de tu Reino. AMÉN.

I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Mateo 25, 14-30
Motivación: Sabemos que Dios nunca nos pide por encima de nuestras posibilidades. Sabemos que nos da libertad en todo momento. Y sabemos que espera que sepamos usar nuestras capacidades para hacerlas crecer y fructificar. Pero hay un enemigo acechando: el miedo. Un enemigo que bloquea y no nos deja crecer. ¿Qué miedo será más poderoso en nosotros, el miedo paralizante… o quizás el miedo a defraudar a ese Dios al que llamamos amigo y al que no queremos defraudar? Escuchemos.

1.Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:
•¿Qué personajes aparecen en la parábola?
•¿Cómo actúan los criados? ¿Cómo evaluó el amo el comportamiento de cada uno de ellos?
•¿Cómo justifica el tercer siervo su comportamiento?
•¿Cómo reacciona el amo ante estas explicaciones?
•¿Cuál es el destino final de cada uno de los servidores?

Otros textos bíblicos para confrontar: Lucas 19, 11-27

II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Jesucristo, el Señor, nunca exige nada sin antes dar con abundancia. Si creemos esto, alejaremos el miedo y viviremos el presente con el deseo de responder a la confianza que el Señor ha depositado en nosotros.

•Enumera los dones y talentos que Dios te ha dado. ¿Los reconoces con gratitud?
•¿Somos responsables con los dones y talentos que el Señor ha puesto en nuestra vida?
•Sé que eres hombre duro… ¿Pienso, también, que Dios me exige más de la cuenta?
•¿En qué deberíamos ser más “productivos” los cristianos?
•¿Qué miedos nos impiden multiplicar los talentos que hemos recibido?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.

III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: El Señor nos impulsa a aprovechar cada día como una ocasión de encargarnos de “lo suyo”. Seamos animosos y fieles en la tarea del Reino, alejando el temor que nos paraliza. Pidámoslo en este momento de oración.

•Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
•Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.

IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: El Señor espera que con los dones y talentos que nos ha dado seamos fieles a la misión confiada. Para san Vicente, la fidelidad a las reglas y a las costumbres asegura el progreso espiritual.

¡Oh padres y queridos hermanos míos! Creedme, no hay nada mejor que ser fieles a Dios y perseverar en el bien que hemos emprendido. "Como has sido fiel en lo poco, te pondré sobre lo mucho", dice Dios. Así pues, seamos fieles, fieles en la práctica de nuestras reglas, fieles en la observancia de las santas costumbres de la compañía, fieles en la observancia de las buenas obras que hemos emprendido, en una palabra, fieles en todas las cosas.

Compromiso:
•Hacer una lista de los talentos que Dios me ha dado, y ponerlos en práctica a lo largo de la semana, empezando por el que menos valoro.
•En nuestro grupo, comunidad: ayudar a reconocer con sencillez los talentos que los demás poseen.

Oración final:
Señor Jesús,
te pedimos que derrames sobre nosotros,
tu gracia para vivir nuestro seguimiento a ti,
dándonos y entregándonos totalmente a los demás
como lo hiciste Tú;
ayúdanos Señor, a que amemos
y amemos hasta el final,
buscando en todo momento,
colocar todo lo que somos y tenemos,
todo lo que Tú nos has dado,
para ayudar y servir a los otros.
Derrama Señor, tu gracia en nosotros,
haciéndonos conscientes que hay más alegría
en dar que en recibir, y que tus dones fructifican
en la medida que nos damos y nos entregamos
a los que nos rodean.
Ayúdanos Señor, a amar dándonos,
a entregarnos siendo serviciales,
a vivir la vida como una tarea,
siendo presencia visible de tu amor
mostrando con nuestra manera de ser y de actuar
que Tú eres nuestro Dios y Señor
Que así sea.

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