Voluntariado Juvenil Vicentino

El Voluntariado Juvenil Vicentino tuvo su origen en París el 29 de noviembre de 1909. Nació con el nombre de “Obra de Luisas de Marillac”, y como parte de la Cofradía de las Damas de la Caridad, hoy Asociación Internacional de Caridades (A.I.C.). De esto hay constancia en un acta en la parroquia de San Nicolás de Chardonet, firmada por Monseñor Annette, Arzobispo de Paris. En Colombia fue organizado el movimiento el 2 de enero de 1933 3n Cali, desde donde se propagó al resto del País. En 1971 tomo el nombre de Voluntariado Juvenil Vicentino “VOLJUVI” dejando de ser solo femenino. Hace parte de la familia vicentina. Sigue las orientaciones de la Iglesia Católica, es ajeno a toda actividad de carácter partidista. Acata la constitución y las leyes de la Republica y promueve obras sociales de caridad y Evangelización, desarrollo humano y servicio a la comunidad.

viernes, agosto 26

LECTIO DIVINA –DOMINGO 22º TO. - “A”

PONTE DETRÁS DE MÍ
Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo A”; obras completas de San Vicente de Paúl.; “Claves para Lectio Divina para jóvenes” www.cmperu.com.pe

LA PALABRA HOY: Jeremías 20,7-9; Salmo 62; Romanos 12,1-2; Mateo 16,21-27
Ambientación: Hacer un camino de papel, escribir los nombres de los participantes en cartulinas y ponerlos en el camino, delante de los nombres una cruz. Cantos sugeridos: Jesús te seguiré; Te sigo a ti.

AMBIENTACIÓN:
La relación del discípulo con el Señor no consiste en el aprendizaje de doctrinas o el cumplimiento de normas. La Biblia habla de esta relación en términos de “alianza”, “amor”, “seguimiento”… También hoy nosotros, como Pedro, escuchamos la llamada de Jesús y nos ponemos en camino sedientos de su Palabra.

1. Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que nos invitas a tomar nuestra cruz y seguirte,
Tú que nos quieres en tus sendas
viviendo tu estilo de vida,
asumiendo tu manera de ser,
teniendo tus mismos sentimientos,
danos la gracia de aprender de ti
lo que es vivir el estilo de Dios;
ayúdanos a que como Tú podamos
perder la vida ganándola en ti,
para tener la vida plena y verdadera
que solo la encontramos en ti.
Danos la gracia de entender tu lógica
y saber que sólo en ti encontramos
la vida plena, la eterna,
llevando nuestra cruz detrás de ti.
Danos Señor la gracia de seguirte día a día,
sin desfallecer, con la alegría de saber
que el seguirte es encontrar la vida verdadera,
que solamente Tú nos das. AMÉN.

I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Mateo 16, 21-27
Motivación: Luego de la confesión de Pedro comienza la tercera parte del evangelio de Mateo. El primero de los anuncios de la pasión da pie a una nueva invitación al seguimiento y a una importante enseñanza sobre las consecuencias del mismo. Escuchemos.

Forma de leerlo:
1.Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:
•Jesús anuncia su pasión. ¿Dónde y quiénes matarán a Jesús? ¿Qué sucederá después de su muerte?
•¿Cómo reacciona Pedro a este anuncio de Jesús?
•¿Cómo llama Jesús a Pedro? ¿A qué le invitan las palabras del Señor?•Jesús invita a seguirle. ¿Cuáles son las exigencias del seguimiento?

Otros textos bíblicos para confrontar: Mc 8, 31 - 9, 1; Lc 9, 22-27; Mt 17, 22-23; 20, 17-19; 26, 1-5

II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: En cada uno de nosotros hay un “Pedro” que cree entre dudas. Como a él, cuántas veces nos gustaría cambiar el puesto con Jesús e ir nosotros delante en el camino. Marcando el ritmo y la ruta a seguir. Dispongámonos como discípulos a que su Palabra ilumine los pasos de nuestra vida.

•¿Recuerdo algún momento de crisis de fe en mi vida cristiana? ¿Cómo he sentido de nuevo la llamada del Señor a ser su discípulo?
•Si alguno quiere venir detrás de mí… ¿Sabemos asumir las consecuencias que tiene para nosotros seguir a Jesús, aunque sean dolorosas?
•Tus pensamientos no son los de Dios. ¿Qué estás haciendo para que en tu vida prevalezca el pensamiento, el criterio de Dios?
•¿Qué cambiaría en nuestra vida si fuéramos capaces de contemplar nuestras cruces y sufrimientos diarios desde el misterio de la Resurrección?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.

III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: Jesús nos llama de nuevo a seguirle. El camino que recorremos detrás de él cada día, los descansos para compartir el pan y la Palabra, hacen que vaya creciendo nuestra intimidad con el Señor, que vayamos acomodando nuestros pasos a los suyos, nuestra vida a su vida.

•Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
•Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 62).

IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente comentando este pasaje afirma:
“Se trata de un consejo que les da nuestro Señor a quienes desean seguirle, a quienes se presentan a él para eso. "¿Quiéren venir en pos de mí? Muy bien. ¿Quiéren conformar su vida a la mía? Perfectamente. Pero ¿saben que hay que comenzar por renunciar a ustedess mismos y seguir llevando su cruz?" Pues bien, esto no se les concede a todos, sino a unos pocos; de ahí que muchos millares de personas, que le seguían para escucharle, lo abandonaron y se retiraron, por no haber sido encontrados dignos de ser sus discípulos, ya que no lo seguían dispuestos de la manera con que nuestro Señor decía que había que estarlo. No estaban en la disposición de vencerse a sí mismos… (XI, 512)

Pues bien, si somos sus hijos, hemos de seguirle, abrazando como él la pobreza, las humillaciones, los sufrimientos, despegándonos de todo lo que no es Dios, y uniéndonos con el prójimo por la caridad para unirnos con Dios mismo por Jesucristo. (XI, 426)

Compromiso:
•Reconocer mi propia cruz y llevarla con la certeza de que camino con Cristo y él me ayuda a no desfallecer.

Oración final:
Señor, Tú nos invitas a tomar nuestra cruz y seguirte.
Sí lo queremos, pero también ven Tú
en nuestra ayuda y carga Tú con nosotros nuestra cruz para seguirte,
para tener tus mismos sentimientos y así identificarnos contigo.
Ayúdanos cuando nos cansemos,
consuélanos cuando decaigamos, fortalécenos cuando nos debilitemos y llénanos de tu presencia para encontrar en ti el sentido y la razón de nuestra vida.
Que así sea.

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