obras completas de San Vicente de Paúl. |
LA
PALABRA HOY: Jeremías 31,7-9; Salmo 125; Hebreos 5,1-6;
Marcos 10,46-52
Ambientación:
Un cirio, algunas velas más pequeñas
apagadas, lentes oscuros, antifaz, vendas varias. Frase: ¡Señor, haz que vea!
Cantos
sugeridos: Danos tu luz; Oración de unidad
AMBIENTACIÓN:
Tanto
el pueblo de Israel como Bartimeo viven una experiencia de salvación,
simbolizada en la curación de la ceguera. Ambos tendrán que responder, ponerse
en camino y acoger la promesa que les habla de restauración, de curación.
También
nosotros estamos llamados hoy a acoger la voz de Jesús, que nos invita a
descubrir cuáles son nuestras cegueras.
1.
Oración inicial
Permite que te sigamos por el camino,
oh Cristo, que has librado nuestra vida
de las sombras de pecado y la muerte..
permite que dejando todo aquello
en lo que hemos confiado ciegamente,
seamos en el mundo presencia amorosa
de tu Reino entre las personas.
Y continúa abriendo nuestros ojos
ante los signos de tu paso;
Que podamos decirte en medio de todos:
“Piedad de nosotros, Hijo de David,
llena nuestras vidas de tu Gracia”.
Para llevar a los pobres y a los pequeños
esta noticia gozosa de tu cercanía...
Para llevarte a ti, oh Cristo,
luz, camino y aspiración verdadera
de todo hombre que viene a este mundo.
Amén.
I. LECTIO ¿Qué dice
el texto? – Marcos 10, 46-52
Motivación: Auténtico discípulo es aquel que da
testimonio y proclama su fe, la traduce en oración perseverante y confiada, se
libera de todo lo que impida un encuentro personal con Cristo e, iluminado por
Él, lo sigue decidido en su camino. Escuchemos.
Forma de
leerlo:
- Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
- Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).
Preguntas para la lectura:
- ¿Quién era Bartimeo? ¿Dónde se encontraba?
- ¿Qué le pide a Jesús? ¿Cómo le llama
- ¿Cómo reacciona la gente que se encuentra en el camino?
- ¿Qué acciones realiza Bartimeo para acercarse a Jesús?
- ¿Qué le dice Jesús?
- Una vez curado, ¿qué hace Bartimeo?
Otros textos bíblicos para confrontar: Mt
20,29-34; Lc 18,35-43; Mc 5,34
II. MEDITATIO ¿Qué me
dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Todos podemos vernos reflejados en el relato
que hemos escuchado. La historia de Bartimeo es también nuestra propia
historia. Sabemos, como este mendigo ciego, que sólo Jesús puede devolvernos la
vista y hacer que le sigamos por el camino.
· ¿En qué se parece mi fe a la de Bartimeo?
· ¿Cuáles son las cegueras que me impiden
seguir a Jesús por el camino del discipulado?
· Cuando el camino se hace duro, ¿me quedo “al
borde del camino” o redoblo mi súplica confiada?
· ¿Por qué camino me está invitando Jesús a
seguirle?
· ¿En qué momentos de mi vida he experimentado
a Jesús como luz?
· El mendigo ciego, sentado junto al camino,
espera que Jesús abra sus ojos y alumbre su mirada. ¿Qué motivos para la
esperanza me sugiere este texto?
Luego de un tiempo de meditación personal,
compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi
propia realidad y situación personal.
III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado
por su Palabra?
Motivación: La Palabra de Dios ha dejado al descubierto
que no son pocas nuestras cegueras. Como aquel mendigo ciego ponemos nuestra
confianza en Jesús y le gritamos que nos devuelva la vista.
- Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
- Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 125).
IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el
texto?
Motivación: San Vicente y Santa Luisa hablaron en
diversas ocasiones de la ceguera espiritual:
«Tenemos que entregarnos enteramente a Dios y
pedirle la gracia de conocernos a nosotros mismos. Porque, cuando queremos
elevarnos demasiado, cuando buscamos nuestras propias satisfacciones, la
ceguera de nuestro amor propio es la que nos oculta este conocimiento, que nos
impide ver que todo lo bueno que en nosotros se aprecia, no es de nosotros. »
(IX,174)
«Me ha parecido en el primer punto que una de
las razones que tenemos para darnos a Dios es la gran dificultad que el amor a
nuestra propia estima opone siempre a la práctica de esta virtud por la ceguera
en que nos hace caer respecto a nosotros mismos y respecto al prójimo; ello es
causa de que con frecuencia juzguemos las intenciones y acciones de nuestras
Hermanas de manera muy distinta a la verdad.» (SLM, E64).
San Vicente invita a confiar en Jesús, luz
del mundo: “Siga haciendo que sus
decisiones sean cada vez más conformes con Nuestro Señor y confíe en él, que
será su luz y su fortaleza en todo.” (VI,548)
Compromiso: Consciente de mi ceguera, clamaré
a Jesús y me pondré nuevamente en camino para seguir a Jesús.
Oración final
Señor ayúdanos a vivir
tus enseñanzas
con la alegría de saber
que ellas nos identifican contigo,
que por ellas
actualizamos tu manera de ser
y así estamos realizando
el proyecto del Padre.
Llena nuestro corazón de
alegría,
al servir
desinteresadamente, a ser gratuitos en el bien que hacemos,
al mirar la otro con tus
ojos y al amar a tu estilo y a tu manera,
buscando solo el bien de
los demás.
Danos la capacidad de
amar y servir
como lo hiciste Tú. Que
así sea.