LA PALABRA HOY: Números 11,25-29; Salmo 18; Santiago 5,1-6; Marcos
9,38-48
Ambientación: Al centro: una cruz y un cirio; alrededor: piedras,
cartulinas con las siguientes palabras: autoritarismo
– intolerancia – mezquindad – individualismo – egoísmo – chisme – manipulación
–marginación.
Cantos sugeridos: El Señor nos ha reunido junto a él
AMBIENTACIÓN:
El Dios creador de todo no conoce fronteras, ni se
puede poner límite a su poderosa actuación. Vemos, así, que la misericordia de
Dios se hace presente fuera de los límites del grupo de discípulos. Es
necesario arrancar del corazón humano toda sombra de pecado, conscientes de que
el Reino está próximo.
1. Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que nos invitas a dar testimonio de ti,
evitando todo aquello que
pueda escandalizar o perjudicar
a los que nos rodean,
te pedimos que nos ayudes a comprender
toda la dimensión del ser cristiano
y de seguirte,
para que dando testimonio de ti,
evitemos todo aquello
que nos separa o aleja de ti;
concédenos Señor, la gracia
de purificar nuestras intenciones
y nuestras actitudes,
para que en todo momento
busquemos identificarnos contigo,
siendo presencia viva de tu amor y tu bondad.
Que así sea.
I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Marcos 9,38-48
Motivación: La arrogancia de los discípulos pude
provocar el escándalo en los humildes y pequeños y es una dificultad para el
seguimiento de Jesús desde la perfección. Jesús anima a los discípulos de
evitar riesgos y prescindir de aquello que dificulta su discernimiento, su
seguimiento, su testimonio del Reino. Escuchemos.
Forma de
leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la
atención (sentados).
Preguntas para la lectura:
- ¿Por qué los discípulos del Señor le impiden a la persona que “saque los demonios”? ¿Cómo reacciona Jesús? ¿Qué dice?
- ¿Qué le sucederá a aquél que dé de beber un vaso de agua a un discípulo de Jesús?
- ¿Qué dice el Señor con respecto a los que hagan tropezar a alguno de los pequeños? ¿Quiénes son los pequeños?
- ¿Qué pretende el Señor cuando exhorta a sus discípulos de manera simbólica cortarse las manos o los pies o sacarse el ojo, si eso es ocasión de pecado?
Otros
textos bíblicos para confrontar: Lc 9,49-50; Lc 17,1-2; Mt 18,6-9; Mt 10,42.
II. MEDITATIO ¿Qué me
dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: No podemos ajustar a Dios en nuestra visión
limitada de las cosas. Dios es más grande que nosotros y actúa más allá de los
límites que le queremos marcar. Hoy abrimos nuestro corazón al poder de su
misericordia que trasciende toda frontera humana y que nos exige vivir
coherentemente con su amor infinito.
- ¿Qué actitudes tenemos ante quienes no son “de los nuestros” (de nuestra parroquia, comunidad, grupo)?
- ¿Atiendo a los más débiles buscando ver en ellos el rostro de Jesucristo?
- “Escandalizar”, es tropezar o hacer tropezar, impidiendo el seguimiento a Cristo. ¿Qué cosas me hacen tropezar o apartar del seguimiento a Cristo? ¿Qué actitudes mías impiden a otros seguir a Cristo?
- ¿Qué acciones (representados en las manos y en los pies) deben ser cortados en mi vida?
- ¿Qué pensamientos, afectos, (representados en el ojo) deberé corregir para obedecer a la palabra de Dios?
Luego de un tiempo de meditación personal,
compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi
propia realidad y situación personal.
III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su
Palabra?
Motivación: Comprometidos con nuestra misión nos ponemos
una vez más a la escucha de su Palabra. Como discípulos hablamos con el Maestro
desde lo que el pasaje de hoy nos haya sugerido a cada uno.
- Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
- Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 18).
IV. CONTEMPLATIO
¿Qué me
lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente, en una conferencia a las Hijas
de la Caridad sobre el escándalo, afirma: Escandalizar
es dar motivo a nuestro prójimo para ofender a Dios. La malicia del escándalo
puede compararse con el daño que haría una persona en un camino para hacer caer
a todos los que pasan por allí, poniendo una piedra disimulada pata que
tropezase y así poder atraparlos. Eso es lo que hace el escándalo, y peor
todavía, pues no es el cuerpo el que tropieza, sino el alma la que tropieza con
el escándalo del pecado…
¡Qué desgracia para los que con sus palabras,
sus acciones o sus obras dan motivo de escándalo, incurriendo así en la
maldición de Dios! ¡Dios mío, cuántos motivos para examinar nuestras acciones y
decir: "Si hago esto, si murmuro contra los superiores, si critico las
órdenes y las normas de la Compañía, si difamo a alguna de las hermanas, le doy
motivo a mi hermana para que se porte como yo, y por consiguiente cometo dos
pecados! Eso es lo que hay que hacer para no obrar mal. (IX,679-680)
Compromiso:
En presencia de Dios, ¿qué haré para “cortar o sacar” esas actitudes que no
corresponden a los discípulos de Jesús?
Oración
final
Señor Jesús, nos pides vivir tu Palabra,
evitando todo aquello
que sea antitestimonio y escándalo,
para esto nos invitas a cortar
de raíz nuestras actitudes de pecado,
todo lo que nos separa de ti,
lo que no nos ayuda a encontrarte,
por eso, Señor, te pido,
que me des la gracia de vivir tu Palabra,
de imitarte a ti, de actuar como Tú,
para que deje todo lo que impide
que Tú actúes en mí.
Derrama tu amor en mí,
y ayúdame a purificar mis intenciones,
a sacar de mi corazón todo lo que me hace sufrir
y todo lo que hace sufrir a otros para que pueda
encontrar en ti,
gracia y bendición, ayuda y protección.
Que así sea.