Fuentes:
“Tú tienes palabras de vida, Ciclo B”; obras completas de San Vicente de Paúl. |
Ambientación: Un cirio grande, alrededor cirios pequeños de los
colores de los continentes (blanco, amarillo, verde, azul y rojo). Frase: Los reuniré de todas partes.
Cantos sugeridos: Dios nos convoca
AMBIENTACIÓN:
El año
litúrgico está próximo a su fin y las lecturas nos recuerdan que, desde la
muerte y resurrección de Cristo, los últimos tiempos ya han comenzado. Cristo
ya ha vencido, está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo en que su
victoria se vuelva evidente y definitiva para el mundo.
Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
Tú que tienes todo poder y gloria,
que nos has redimido con tu cruz,
que con tu sangre nos has dado vida,
volverás a llevar a su plenitud toda la
creación,
a realizar plenamente el proyecto original
del Padre.
Ahora que vamos a reflexionar
este pasaje, te pedimos que Tú
derrames en nosotros tu gracia
para que vivamos de tal manera
que nuestra vida exprese nuestra fe,
y así te esperemos a cada instante,
sabiendo que volverás como Juez y Señor.
Que así sea.
I. LECTIO¿Qué
dice el texto? – Marcos 13,24-32
Motivación: Jesús habla a sus amigos de un futuro que
vendrá tras la tribulación, usando imágenes del mundo entonces conocido, del
cosmos y los astros, y en un lenguaje apocalíptico, propio de la cultura en que
se escribe el evangelio. El fin del mundo da paso a la salvación de Dios, no a
la catástrofe o la nada. El mundo, como todo lo humano, tiene un fin, pero es un
"fin" que da paso a la plenitud. Escuchemos.
Forma de
leerlo:
1. Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2. Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la
atención (sentados).
Preguntas para la lectura:
·
¿Con
qué imágenes se expresa la cercanía del tiempo final?
·
¿Qué
hará el Hijo del hombre cuando venga con poder y gloria?
·
¿Qué
les quiere decir Jesús a sus discípulos con el ejemplo de la higuera?
·
Al
final de los tiempos, ¿qué es lo único que permanecerá?
Otros
textos bíblicos para confrontar: Mt 24,29-36; Lc 21,25-33; Dn 7,13-14.
II. MEDITATIO ¿Qué me
dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Jesús nos invita a vivir en profundidad, a
prestar atención a los signos de los tiempos, porque el futuro palpita en
nuestro presente como la vida en la higuera que empieza a brotar. Si no estamos
alerta, podemos olvidar que éste es un tiempo en el que Dios actúa y en el que
el ser humano va forjando su opción a favor o en contra de la vida.
·
¿Es para ti motivo de esperanza la venida del
Señor o te provoca miedo y angustia?
·
¿Me siento preparado para el encuentro con el
Señor?, ¿hay algo que debería trabajar más, algo que me falta?
·
¿Qué signos de nuestros tiempos actuales
hablan de la presencia de Dios?
·
¿Qué significa para mí hoy que su Palabra
permanezca para siempre?
·
¿Vivo mi vida de fe como una actitud de
adhesión y confianza al Señor, queriendo hacer vida sus enseñanzas y así
manifestar el proyecto de Dios?
Luego de un tiempo de meditación personal,
compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi
propia realidad y situación personal.
III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su
Palabra?
Motivación: Vivimos aguardando la manifestación definitiva
de Jesucristo. Es tiempo de sostener la fe, de arriesgar la vida, y sólo con
nuestras fuerzas no podemos caminar. Vamos a hablar con el Señor y a pedirle
que reconozcamos día a día los signos de su presencia en nuestro mundo.
·
Luego de un tiempo de oración personal, podemos
compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la
alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
·
Se puede, también, recitar el salmo
responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 15).
IV. CONTEMPLATIO
¿Qué me
lleva a hacer el texto?
Motivación: Vivimos tiempos difíciles donde se pone a
prueba nuestro seguimiento de Cristo. San Vicente nos anima a permanecer
firmes, confiando en su presencia, viviendo con esperanza:
“Se sufre de diversas maneras. Los apóstoles
y los primeros cristianos sufrieron la persecución de los tiranos y toda clase
de ultrajes; se ha dicho que todos los que quieran seguir a Jesucristo habrán
de sufrir tentación... La verdad es que la mejor condición es la que nos hace
más semejantes a Nuestro Señor tentado, rezando, obrando y sufriendo; y por ahí
es por donde él conduce a las almas que quiere elevar a una perfección más
alta.” (VII,165)
“Sí, padre, es una buena señal que sufran
ustedes por la justicia, y espero que la paciencia y las humillaciones que
tuvieron que practicar ustedes en esta pequeña tribulación les habrán atraído
nuevas gracias para triunfar gloriosamente en otras ocasiones más importantes
que se presenten y para trabajar con mayores frutos. Los sufrimientos de
Nuestro Señor dieron fecundidad a sus palabras y del mismo modo las cruces que
ustedes padezcan harán fecunda esa santa semilla que ustedes encierran en los
corazones.” (V,519)
Compromiso:
La fe es una actitud de vida, teniendo la mirada puesta en el Señor, de ahí,
¿qué debo hacer para estar vigilante y
atento a su venida?
Oración final
Gloria a ti, Señor
Jesús, porque durante tu corta ausencia confías en nosotros y nos encomiendas
la tarea vigilante de un amor que no echa la siesta cuando hay tanto que hacer.
Enséñanos a unir
productivamente la esperanza y el esfuerzo, para acelerar el día venturoso de
la llegada de tu reino.
Ayúdanos, Señor,
también a descubrir tus constantes venidas en el curso de la historia de cada
día y cada hora del mundo, en el hermano que necesita de nuestra ayuda y
cariño, en los hombres y mujeres que sufren, esperan y te buscan, para que
caminando juntos en la esperanza de la nueva tierra, alcancemos el nuevo cielo
en que habita tu justicia. Amén.