La comisión de Herencia ha elegido contactar con todos los miembros de la Familia Vicenciana en lugar de promover un simposio internacional. Enviará por “Internet” doce reflexiones cortas (una para cada mes del año Jubilar) acompañadas de sugerencias para su uso. Este proceso descansará básicamente en la iniciativa o creatividad local.
Nuestro objetivo. Esperamos llegar hasta el último miembro de la Familia Vicenciana en todo el mundo. Es una visión pensando en las bases. Esperamos que, una vez al mes, los miembros de la Familia Vicenciana se organicen durante este año jubilar para profundizar el carisma que compartimos, para conocernos todos mejor, y para establecer lazos de amistad y de colaboración. Nuestra ilusión sería que aquellos a los que estamos llamados a servir y los colaboradores con los que trabajamos hombro con hombro, se conviertan en parte integral de nuestras celebraciones. Al hacerlo a nivel local, esperamos que, a través de miles de pequeñas o grandes expresiones y acciones, el mundo llegue a conocer que San Vicente y Santa Luisa nos han enseñado a amar a nuestro prójimo.
Los medios. Las doce reflexiones señalarán el tema para cada mes del año jubilar. Intentamos profundizar el aprecio y el amor por nuestra vocación y celebrar el carisma unidos al pueblo al que servimos y junto con los que nos ayudan a servirle. Suponemos que esto se conseguirá mediante la participación de todos los que nos reunimos en la celebración ya que el carisma se hace efectivo no en el papel sino en la vida de los miembros de la Familia Vicenciana. Las reflexiones intentan que compartamos el conocimiento, las experiencias, las esperanzas y la acción.
Nuestra acción se realiza no solo en favor de los pobres sino con ellos, de forma que ellos y nosotros podamos sentirnos miembros de una misma familia, una familia unida por el amor de Dios. Podemos compartir con ellos la misma mesa, aceptarlos, acogerlos a vivir la experiencia de San Vicente y Santa Luisa entre nosotros; o si estamos en la enseñanza, invitando a los profesores, al equipo dirigente y a los alumnos a unirse con nosotros en la reflexión y en la acción. Lo mismo sucede si somos nosotros los formadores.
Nuestro objetivo. Esperamos llegar hasta el último miembro de la Familia Vicenciana en todo el mundo. Es una visión pensando en las bases. Esperamos que, una vez al mes, los miembros de la Familia Vicenciana se organicen durante este año jubilar para profundizar el carisma que compartimos, para conocernos todos mejor, y para establecer lazos de amistad y de colaboración. Nuestra ilusión sería que aquellos a los que estamos llamados a servir y los colaboradores con los que trabajamos hombro con hombro, se conviertan en parte integral de nuestras celebraciones. Al hacerlo a nivel local, esperamos que, a través de miles de pequeñas o grandes expresiones y acciones, el mundo llegue a conocer que San Vicente y Santa Luisa nos han enseñado a amar a nuestro prójimo.
Los medios. Las doce reflexiones señalarán el tema para cada mes del año jubilar. Intentamos profundizar el aprecio y el amor por nuestra vocación y celebrar el carisma unidos al pueblo al que servimos y junto con los que nos ayudan a servirle. Suponemos que esto se conseguirá mediante la participación de todos los que nos reunimos en la celebración ya que el carisma se hace efectivo no en el papel sino en la vida de los miembros de la Familia Vicenciana. Las reflexiones intentan que compartamos el conocimiento, las experiencias, las esperanzas y la acción.
Nuestra acción se realiza no solo en favor de los pobres sino con ellos, de forma que ellos y nosotros podamos sentirnos miembros de una misma familia, una familia unida por el amor de Dios. Podemos compartir con ellos la misma mesa, aceptarlos, acogerlos a vivir la experiencia de San Vicente y Santa Luisa entre nosotros; o si estamos en la enseñanza, invitando a los profesores, al equipo dirigente y a los alumnos a unirse con nosotros en la reflexión y en la acción. Lo mismo sucede si somos nosotros los formadores.
Estos son los doce temas:
1. Razón para celebrar a San Vicente y a Santa Luisa hoy: Redescubrir su dinamismo y llenarnos de su espíritu.
2. Función de la Interioridad y de la Devoción en la Familia Vicenciana.
3. El espíritu de San Vicente.
4. El espíritu de Santa Luisa.
5. ¿Quién es Jesús para San Vicente?
6. ¿Quién es Jesús para Santa Luisa?
7. El servicio al pobre.
8. La evangelización del pobre.
9. Distintas formas de pobreza.
10. Celebrando este Aniversario con el Pobre.
11. Cómo se vive el carisma de San Vicente y de Santa Luisa en las distintas ramas de la Familia Vicenciana.
12. Colaboración de San Vicente y Santa Luisa para el servicio del Pobre.
1. Razón para celebrar a San Vicente y a Santa Luisa hoy: Redescubrir su dinamismo y llenarnos de su espíritu.
2. Función de la Interioridad y de la Devoción en la Familia Vicenciana.
3. El espíritu de San Vicente.
4. El espíritu de Santa Luisa.
5. ¿Quién es Jesús para San Vicente?
6. ¿Quién es Jesús para Santa Luisa?
7. El servicio al pobre.
8. La evangelización del pobre.
9. Distintas formas de pobreza.
10. Celebrando este Aniversario con el Pobre.
11. Cómo se vive el carisma de San Vicente y de Santa Luisa en las distintas ramas de la Familia Vicenciana.
12. Colaboración de San Vicente y Santa Luisa para el servicio del Pobre.
El proceso supone la producción y distribución de los doce temas de reflexión en las lenguas oficiales de Famvin. Pedimos a la Familia Vicenciana en su área lingüística que traduzca las reflexiones en su ámbito si así lo desea. Cada país o grupo lingüístico puede publicarlas con sencillez o de forma más profesional según se lo sugiera su tiempo o su talento.