Voluntariado Juvenil Vicentino

El Voluntariado Juvenil Vicentino tuvo su origen en París el 29 de noviembre de 1909. Nació con el nombre de “Obra de Luisas de Marillac”, y como parte de la Cofradía de las Damas de la Caridad, hoy Asociación Internacional de Caridades (A.I.C.). De esto hay constancia en un acta en la parroquia de San Nicolás de Chardonet, firmada por Monseñor Annette, Arzobispo de Paris. En Colombia fue organizado el movimiento el 2 de enero de 1933 3n Cali, desde donde se propagó al resto del País. En 1971 tomo el nombre de Voluntariado Juvenil Vicentino “VOLJUVI” dejando de ser solo femenino. Hace parte de la familia vicentina. Sigue las orientaciones de la Iglesia Católica, es ajeno a toda actividad de carácter partidista. Acata la constitución y las leyes de la Republica y promueve obras sociales de caridad y Evangelización, desarrollo humano y servicio a la comunidad.

martes, julio 31

lunes, julio 30

LECTIO DIVINA – DOMINGO 17º TO –Ciclo B COMIERON HASTA QUEDAR SACIADOS


Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo B”; obras completas de San Vicente de Paúl.  

LA PALABRA HOY: 2 Reyes 4,42-44; Salmo 144; Efesios 4,1-6; Juan 6,1-15
Ambientación: Al centro: un pan grande, sobre él se coloca un Niño Dios y la frase: Palabra de Vida, Pan de Vida

Cantos sugeridos: Un niño se te acercó; No podemos caminar

AMBIENTACIÓN:

El Evangelio de hoy nos presenta el signo de la multiplicación de los panes y los peces. Los discípulos se fijan en la falta de medios para realizar este milagro. Jesús, por el contrario, fija su atención en las personas que tienen necesidad.
Jesús es la respuesta al hambre de sentido en el mundo. Él es alimento para todos.

1. Oración inicial

Señor Jesús,
…¿dónde podremos conseguir pan para que coman?...,
preguntaste a tus discípulos viendo a la multitud,
y hoy seguimos preguntándonos la misma cosa,
¿dónde conseguir?, …pan, ropa, consuelo,
fortaleza, ayuda, comprensión,
solidaridad, cercanía, felicidad, salud, paz…
Hoy seguimos teniendo necesidad de ti,
hoy seguimos esperando tu ayuda,
tu bendición y tu gracia
para que Tú multipliques
nuestros esfuerzos y nuestras actividades.
Señor, ven en nuestra ayuda,
y como entonces, multiplica
lo poco o lo nada que tengamos
para que así alcance y sobre.
Que así sea


I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Jn 6,1-15

Motivación: Después de realizar el signo de la multiplicación de los panes, Jesús explica su sentido a través de un largo discurso sobre el pan de vida. A través de sus palabras, Jesús se va revelando progresivamente como el verdadero Pan del cielo del que debe alimentarse todo el mundo. Escuchemos.

Forma de leerlo:
1.     Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.     Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:
·         ¿Por qué la gente sigue al Señor?
·         ¿Qué pregunta Jesús al ver a la multitud?
·         ¿Qué responde Felipe? ¿Qué añade Andrés?
·         ¿Qué signo realiza Jesús en el texto proclamado? ¿A través de qué gestos?
·         ¿Cómo reaccionó la gente ante el signo realizado?
·         ¿Cómo concluye el relato? ¿Qué hace Jesús?


Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 14,13-21; Mc 6,30-44; Lc 9,10-17


II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
  
Motivación: Jesús nos ha llamado, como a sus discípulos, para que descubramos su verdadera identidad y colaboremos con su obra. Poniéndonos en el lugar de Felipe y de Andrés, meditamos y reflexionamos sobre sus palabras y gestos.
                             
·  Miro el ejemplo de Jesús: ¿Soy sensible ante la necesidad de los demás?, ¿soy capaz de darme cuenta lo que el otro necesita?
·   Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces. ¿Cómo me animan estas palabras a ponerlo “poco” que soy o que tengo al servicio de los demás?
·  ¿Por qué Jesús no quiso ser proclamado rey(Jn 6,15)?, ¿a qué se debe?, ¿qué revela de su persona?
· El signo de la multiplicación de los panes, ¿a qué me compromete en medio de un mundo donde tanta gente carece de lo necesario para vivir con dignidad?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.


III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

 Motivación: Los signos de Jesús encierran un sentido más profundo del que se muestra a primera vista. Por eso oremos pidiendo al Señor hondura para nuestra vida.

· Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
· Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 144).


IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: Jesús alimenta a la multitud que lo sigue con la Palabra y con el pan cotidiano. Él es la Palabra de vida que se hace Pan de vida, dando sentido a nuestras vidas. Escuchemos lo que San Vicente recomienda a las Hijas de la Caridad:

Por consiguiente tienen que llevar a los pobres enfermos dos clases de comida: la corporal y la espiritual, esto es, decirles para su instrucción alguna buena palabra de su oración, como serían cinco o seis palabras, para inducirles a que cumplan con sus deberes de cristianos y a practicar la paciencia. Dios las ha reservado para esto...
No veo a nadie tan dispuesto a socorrer a los pobres de todas formas como vosotras. No serían Hijas de la Caridad, si no estuviesen siempre dispuestas a servir a todos los que les pueden necesitar.
            He aquí, hijas mías, en qué consisten en general, el amor afectivo y el amor efectivo: servir a nuestro Señor en sus miembros, espiritual y corporalmente, y esto en sus propias casas, o bien donde la Providencia les envíe. (IX, 534-535)

Compromiso:

· El Señor nos ha hecho ver que lo dado con generosidad y desprendimiento él multiplica lo poco y así sobra abundantemente, ¿A qué me compromete esto?

Oración final

Tú, Padre bondadoso,
no cesas de enriquecernos con tus dones.
Tú eres la fuente de la vida,
y la otorgas a todos tus hijos
en el pan cotidiano que nos fortalece.
Tú escuchas el grito de la humanidad
y generoso, derramas de mil formas
la bondad de tu mano sobre todos.
Aliméntanos también con el pan del cielo,
con la palabra que hecha carne
se dona a nosotros hecha pan:
para que buscando a Cristo,
por sobre todas las cosas
aprendamos a realizar el milagro
de compartir nuestro propio pan,
con todo aquel que espera por nosotros
el paso de gracia salvadora. AMÉN.



viernes, julio 20

LECTIO DIVINA – DOMINGO 16º TO –Ciclo B Y SE PUSO A ENSEÑARLES CON CALMA...


Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo B”; obras completas de San Vicente de Paúl.
LA PALABRA HOY: Jeremías 23,1-6; Salmo 22; Efesios 2,13-18; Marcos 6,30-34

Ambientación: Imagen del Buen Pastor; Biblia, cirio;  Frase: “Sintió compasión de ellos”

Cantos sugeridos: El Señor es mi pastor
 

AMBIENTACIÓN:                                                               

Caminos de justicia son los que señala Jesús, para conducirnos a verdes praderas y fuentes tranquilas de paz. Dios continúa llamándonos para que seamos discípulos incansables que, como Jesucristo, tengamos un corazón sensible y atento a las necesidades de la gente que nos rodea.


1. Oración inicial

Señor Jesús,
Tú que has sentido compasión de la gente
que estaba contigo y que te buscaba;
Tú que los veías como ovejas sin pastor,
ven hoy a nosotros,
regálanos tu amor y tu misericordia,
haz que hoy nuevamente,
experimentemos tu presencia viva,
para que conociéndote y viviendo
lo que Tú nos pides y lo que Tú quieres,
podamos encontrar en ti,
a Aquel que nos llena de su amor y paz.
Danos Señor, la gracia de encontrar en ti,
el sentido y la razón de nuestra vida,
para así tener el corazón lleno de ti,
viviendo en plenitud,
el gozo, la alegría y la paz, que Tú nos das.
AMÉN.
 

I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Mc 6, 30-34

Motivación: La misión de anunciar el Reino es una tarea que requiere una entrega generosa que puede acarrear la pérdida de la misma vida. Hoy Jesús se presenta con la delicadeza de quien venda una herida y la solicitud de quien va en busca de un ser querido perdido en el monte. Por eso podemos confiar en Él: porque Jesús es creíble, es digno de fe. Escuchemos.
Forma de leerlo:

1.     Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.     Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).


Preguntas para la lectura:

·         ¿De dónde regresan los Apóstoles?
·         ¿Qué le cuentan a Jesús?
·         ¿Cómo responde Jesús? ¿A qué los invita? ¿Por qué razón?
·         ¿Qué hace Jesús al darse cuenta de que hay gente que busca y necesita algo?
·         ¿Qué sentimientos de Jesús deben encarnar los discípulos?


Otros textos bíblicos para confrontar: Jn 10,1-18 Salmo 23[22]; Ez 34.


II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?

Motivación: Jesús reúne a sus discípulos para descansar y es para ellos modelo de solicitud hacia la gente. También nosotros estamos llamados y hemos sido enviados con una misión que es continuación de la de Jesús. Debemos, pues, fijarnos en todos los detalles del Maestro y aprender de cada uno de ellos.
                  
·         ¿Busco momentos de soledad al lado del Maestro? ¿Soy capaz de descansar “en” Jesús?
·         No tenía ni tiempo para comer… ¿doy mi tiempo para ayudar al que necesita?
·         El Señor tenía compasión… porque los veía como ovejas sin pastor. ¿Tengo los mismos sentimientos que tenía Jesús por la gente?
·         ¿Qué puedo hacer para parecerme al modelo que es Jesús?

Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.


III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?

Motivación: La Palabra de Dios nos ha mostrado aspectos importantes: necesidad de la oración, de la soledad, del encuentro con el Señor que nos envía, el diálogo con él, la contemplación de su rostro y de sus sentimientos... Todo esto es necesario para que nuestra misión no sea un trabajo agotador sin corazón. Dirijamos nuestra oración a Jesús el pastor compasivo.

·         Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
·         Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo.


IV.CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?

Motivación: San Vicente, hablando a los misioneros sobre el espíritu de compasión y de misericordia les dice:

“Pidámosle, pues, a Dios, hermanos míos, que nos dé este espíritu de compasión y de misericordia, que nos llene de él, que nos lo conserve, de forma que quienes vean a un misionero puedan decir: "He aquí un hombre lleno de misericordia". Pensemos un poco en la necesidad que tenemos de misericordia, nosotros que debemos ejercitarla con los demás y llevar esa misericordia a toda clase de lugares, sufriéndolo todo por misericordia.

Así pues, tengamos misericordia, hermanos míos, y ejercitemos con todos nuestra compasión, de forma que nunca encontremos un pobre sin consolarlo, si podemos, ni a un hombre ignorante sin enseñarle en pocas palabras las cosas que necesita creer y hacer para su salvación. ¡Oh Salvador, no permitas que abusemos de nuestra vocación ni quites de esta compañía el espíritu de misericordia!” (XI,234)

Compromiso:
·         Durante la semana, buscar un tiempo para “estar a solas con el Señor”, y contarle lo que me pasa.
·         Jesús enseñaba… Que en mi familia, comunidad, grupo, etc., mi palabra sirva de alimento para todos.
 

Oración final

Señor Jesús,
Tú que has sentido compasión de la gente
que estaba contigo y que te buscaba;
Tú que los veías como ovejas sin pastor,
ven hoy a nosotros,
ten nuevamente compasión de nosotros,
regálanos tu amor y tu misericordia,
haz que hoy nuevamente,
experimentemos tu presencia viva junto a nosotros,
para que conociéndote y viviendo
lo que Tú nos pides y lo que Tú quieres,
podamos encontrar en ti,
a Aquel que nos llena de su amor y paz.
Danos Señor, la gracia de encontrar en ti,
el sentido y la razón de nuestra vida,
para así tener el corazón lleno de ti,
viviendo en plenitud, el gozo, la alegría y la paz,
que Tú nos das. Que así sea.
 


viernes, julio 13

LECTIO DIVINA – DOMINGO 15º TO –Ciclo B


                                                                    Fuentes: “Tú tienes palabras de vida, Ciclo B”;
                                                                                                                  obras completas de
                                                                                                                  San Vicente de Paúl.
COMENZÓ A ENVIARLOS DE DOS EN DOS

LA PALABRA HOY: Amós 7,12-15; Salmo 84; Efesios 1,3-14; Marcos 6,6-13
Ambientación: Al centro: un bastón, un  par de sandalias, la Biblia, un cirio, huellas de cartulina con el siguiente texto: “Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído” Hch 4, 20. Se entregará a cada              participante.
Cantos sugeridos: El mensajero de la paz; Nos envías por el mundo.
 AMBIENTACIÓN:  
Llamada, elección y envío: tres aspectos de una misma vocación que se vive en el desapego radical y en el servicio. Los apóstoles constatan que la fidelidad a esta llamada de Dios compromete toda la vida. Elegidos en Cristo, hemos sido llamados y enviados a anunciar el evangelio.
1. Oración inicial
Señor Jesús,
Tú que has enviado a tus discípulos
para que fueran a anunciar tu Palabra,
para darte a conocer, para invitar a la conversión,
y les has pedido total confianza en ti,
abandono pleno en ti,
te pedimos que ahora que nosotros
que estamos profundizando tu Palabra,
y que queremos vivir y actualizar
de manera más viva tus enseñanzas,
que nos ayudes a ser más conscientes
de lo que implica seguirte a ti,
y así salir al encuentro de los otros,
llevando tu mensaje de salvación,
sabiendo que Tú actúas en y por nosotros.
Danos Señor, la gracia de que Tú,
actúes en nuestra vida
y que nosotros te demos a conocer,
hoy y siempre
confiando y esperando todo de ti.
Que así sea.

I. LECTIO ¿Qué dice el texto? – Mc 6,6-13
Motivación: El reino de Dios ya ha llegado, por eso Él elige a sus amigos, les encarga la tarea, y les indica cómo tendrá que ser su vida: sin apegarse a nada ni a nadie, sin acomodarse a seguridades, sin miedo a ser rechazados por los satisfechos. Y ellos predicaron la conversión y hacían creíble con su vida el Mensaje de Jesús. Escuchemos.
Forma de leerlo:
1.     Proclamar el texto en voz alta (todos de pie).
2.     Cada uno puede leer en voz alta el versículo que más le llamó la atención (sentados).

Preguntas para la lectura:
·         ¿A quiénes reúne Jesús mientras recorre las aldeas? ¿Para qué?
·         ¿Qué órdenes concretas les da a los Doce?
·         ¿Cómo deberán actuar ante las dificultades?
·         Una vez que son enviados, ¿qué acciones realizan los apóstoles?

Otros textos bíblicos para confrontar: Mt 10,9-14; Lc 9,1-6;  Mc 3,13-19

II. MEDITATIO ¿Qué me dice? ¿Qué nos dice el Texto?
Motivación: Aunque nos reconocemos elegidos, llamados y enviados, con frecuencia nos sorprendemos a nosotros mismos con actitudes y comportamientos que no son los de un evangelizador cristiano. Como un día hizo con sus discípulos, también hoy el Señor nos da instrucciones concretas para proclamar su mensaje.
                      
·         ¿Qué significa para mí hoy ser un “enviado” de Jesús? ¿A qué lugares de manera particular me envía?
·         Jesús envía a sus discípulos sin otra seguridad que la Palabra que anuncian. ¿Confío en el Señor totalmente? ¿En qué cosas, personas,... tengo puestas mis seguridades?
·         ¿Cómo reacciono cuando alguien no quiere escuchar la Palabra de Dios?
·         ¿Concibo mi vida como una oportunidad de anunciar y dar a conocer al Señor, así en mi vida personal, en mi profesión, en mi familia, en mi comunidad, ahí donde esté?, ¿de qué manera?
Luego de un tiempo de meditación personal, compartimos con sencillez nuestra reflexión, lo que el texto ME dice a mi propia realidad y situación personal.

III. ORATIO ¿Qué le digo al Señor motivado por su Palabra?
Motivación: El Maestro, una vez más, nos llama y nos envía ofreciéndonos instrucciones concretas para el momento histórico en que vivimos. Le damos gracias por la elección y la llamada, le pedimos que seamos sensibles a la voz de su Espíritu y le rogamos por todos los mensajeros del evangelio.
·         Luego de un tiempo de oración personal, podemos compartir en voz alta nuestra oración, siempre dirigiéndonos a Dios mediante la alabanza, la acción de gracias o la súplica confiada.
·         Se puede, también, recitar el salmo responsorial que corresponde a este domingo (Salmo 84).

IV. CONTEMPLATIO ¿Qué me lleva a hacer el texto?
Motivación: San Vicente nos recuerda la excelencia de nuestra vocación de misioneros y misioneras. Demos gracias a Dios por ello:
«Por tanto, un gran motivo que tenemos es la grandeza de la cosa: dar a conocer a Dios a los pobres, anunciarles a Jesucristo, decirles que está cerca el reino de los cielos y que ese reino es para los pobres. ¡Qué grande es esto! Y el que hayamos sido llamados para ser compañeros y para participar en.los planes del Hijo de Dios, es algo que supera nuestro entendimiento. ¡Qué! ¡Hacernos..., no me atrevo a decirlo.... sí: evangelizar a los pobres es un oficio tan alto que es, por excelencia, el oficio del Hijo de Dios! Y a nosotros se nos dedica a ello como instrumentos por los que el Hijo de Dios sigue haciendo desde el cielo lo que hizo en la tierra. ¡Qué gran motivo para alabar a Dios, hermanos míos, y agradecerle incesantemente esta gracia!» (XI, 387)
 “Urge acudir en todas las direcciones para proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que el amor es más fuerte, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia”… (Aparecida, 548)
Compromiso: Orar por la labor misionera de la Iglesia. Comprometernos en alguna acción misionera de nuestra parroquia.

Oración final
Te bendecimos, Dios de los apóstoles y los profetas,
por Jesucristo, tu primer enviado en misión de paz y amor para anunciar a los pobres el gozo de la liberación,
para dar la salud a los enfermos y cosechar la mies abundante.
Cristo delegó su misión a los suyos, a nosotros;
desde entonces evangelizar es la vocación de tu pueblo.
Jesús nos quiere disponibles, con la libertad de la pobreza, para compartir con los demás lo que tú nos das gratis.
Vacía, Señor, nuestro corazón de la soberbia para hacer sitio a la revelación de tu nombre, y desocupa nuestras manos de la codicia para recibir en ellas tu medida colmada. Amén.

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