"La conversión consiste en creer en la muerte y resurrección de Jesús como realidades que se han dado para cada uno y que solo de la mano de Cristo es posible conocer y vivir la riqueza de su amor", dijo el Pontífice.
“Saulo se convirtió, porque gracias a la luz divina, ‘creyó en el Evangelio’. En esto consiste nuestra y su conversión: en creer en Jesús, muerto y resucitado, y abrirse a la iluminación de su gracia divina”, dijo el Santo Padre.
El Papa hizo notar que si bien en el caso de Pablo “algunos prefieren no hablar de conversión, … la experiencia del Apóstol puede ser modelo de toda auténtica conversión cristiana. … Ésta maduró en el encuentro con Cristo resucitado: y fue este encuentro aquello que hizo cambiar radicalmente su existencia. Comprendió que su salvación no depende de las obras buenas realizadas según la ley, sino del hecho que Jesús también murió por él y había resucitado”.
Seguidamente el Pontífice explicó el significado de la conversión: “Convertirse significa creer que Jesús ‘se ha dado a sí mismo por mí’, muriendo en la cruz y resucitando, vive conmigo y en mi. Confiándome a la potencia de su perdón, dejándome tomar de la mano, puedo salir de las arenas movedizas del orgullo y del pecado, de la mentira y de la tristeza, del egoísmo y de toda falsa seguridad, para conocer y vivir la riqueza de su amor”.
Asímismo, explicó la importancia de la conversión en vistas a la conclusión de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos: “El Apóstol nos indica la actitud espiritual adecuada para poder caminar en la vía de la comunión”; y pidió a María “nos obtenga el don de la verdadera conversión”.
De agencia católica de prensa www.aciprensa.com